MERIDA.-A pocas horas de que rindiera su declaración preparatoria, el asesino serial Mario Alberto Sulú Canché (a) “El Mata-chavitas” decidió acabar con su existencia al ahorcarse en uno de los baños del penal.
Minutos antes de las cinco de la tarde, “El Matachavitas”, que tenía custodia permanente, le dijo a sus vigilantes que iría al baño.
Sin embargo, al ver que no regresaban ingresaron al sanitario y se percataron que el cuerpo de Sulú Canché pendía de una soga de nylon de lavado que había atado a una de las regaderas.
Inmediatamente se armó una movilización en el presidio para intentar reanimarlo, pero todo esfuerzo fue inútil porque ya había muerto.
El preso, antes de ingresar al “área”, se encontraba profundamente deprimido y apenas alzaba la cara, al parecer porque hoy fue día de visita en el penal y nadie fue a verlo.
La pregunta que ahora queda pendiente es cómo obtuvo la soga de nylon, aunque otra versión señala que se ahorcó con su pantalón.
Inesperada revelación
Como mencionamos anteriormente, apenas unas horas antes había declarado que “como los judiciales me dijeron que era el mismo castigo por un homicidio que por tres, acepté haber cometido los crímenes, pero los dos primeros no los cometí”.
Esa declaración inesperada, que rindió ante el Juzgado Tercero Penal, el multiasesino confeso cambió radicalmente su versión de los hechos.
Lo anterior motivó que fuera cuestionado duramente por el representante del Ministerio Público que lo cuestionó el porqué dijo que le “daba igual” ir a la cárcel por tres crímenes que por uno.
El homicida, señaló que así se lo hicieron saber los judiciales que tuvieron a su cargo la investigación y que dijeron que de todos modos iba a estar 40 años en el bote.
Sin embargo, cuando se le cuestionó si en fecha reciente tuvo en posesión un Jetta negro y un Caribe verde reconoció que eran suyos, pero que no los cambió porque hubiera cometido algún delito, sino porque estaban deteriorados.
Por último, manifestó que nada más le “siguió la corriente” a los judiciales.
Como se recordará, apenas y se le estaba arraigando, “El Matachavitas” confesó diciendo: “Quiero pedirle perdón a los papas de las chavas, estaba drogado, sinceramente estoy arrepentido”.
“No tengo ningún inconveniente en que me arraiguen”, señaló cuando fue enterado de que iba a permanecer hasta 30 días en la casa de arraigo de la Procuraduría, para luego preguntar qué garantías tenía y se le explicó que podría comunicarse con sus familiares y contratar un abogado particular.
“La verdades que lamento todo lo que hice, soy padre y ahora mis hijos se van a quedar sin padre”, relató, para luego señalar: “Quiero platicar con mi esposa para pedirle perdón”
Fuente: Milenio
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