Como ya habíamos abordado en este espacio, en los últimos meses en Yucatán se puso de moda una actividad ligada a las corridas de toros, pero que a diferencia de esta un toro es soltado al ruedo con el objetivo de "destripar caballos", por lo cual se cobran jugosas ganancias provenientes de la venta de boletos a los asistentes a dichos eventos, por lo tanto en esta nueva entrega sobre este lamentable tema anexo una carta dirigida a la gobernadora del Edo. Ivonne Ortega, solicitando su intervención para poner fin a esta actividad cruel hacia los animales. La carta es firmada por la señora Rosario Sosa Parra de la fundación ADAY.
Más críticas a las corridas en los que hay toros “destripacaballos”
Piden al Ejecutivo que se ponga fin a esos espectáculos
“La tauromaquia y ciertas 'artes' que se han desarrollado paralelas a ella (coleadas, lazadas, etcétera) para diversión, solaz y como prueba de valentía, torturando y matando animales, es una muestra del escaso o nulo avance de nuestro país en el respeto a otras especies y de la baja educación de una población que parece continuar viviendo en la edad media”, considera Rosario Sosa Parra, presidenta de la Asociación por los Derechos de los Animales en Yucatán (ADAY).
En lugares del primer mundo, añade, se considera a los países de América con poca evolución, indígenas sin educación, depredadores, etcétera, y estos espectáculos son vistos con reprobación. Grupos de ambientalistas internacionales participan para erradicarlos de Europa y se exhibe como salvajes a los países que los promueven (España, Portugal y sur de Francia).
En un escrito, Rosario Sosa recuerda que en los últimos meses en el interior del Estado se ha desarrollado y publicitado a los toros “destripacaballos”.
“Los animales son inocentes de las intenciones de sus entrenadores y dueños, que en su afán de lucro desdeñan los principios básicos de la evolución y hacen que las personas se conviertan en entes bestiales, ávidos de diversión y sangre”.
Entre otras cosas, el escrito añade lo siguiente: Ante la bravura de un toro que ataca y desgarra el vientre del equino, exhibiendo sus intestinos, la multitud ruge de júbilo y paga boletos que han triplicado su precio, compra vídeos para seguir regodeándose del espectáculo en su hogar y enseñárselo a su familia.
Muchos de estos espectáculos son promovidos por grandes intereses económicos y paradójicamente ¡para festejar a los santos patronos! Es hora de reconsiderar y de que el Ejecutivo intervenga. Estos síntomas son de una sociedad en descomposición, enferma y cada vez más peligrosa.
Señora gobernadora Ivonne Ortega Pacheco urge su intervención en este problema, que más que preocuparnos debe ocuparnos. Yucatán está siendo exhibido nacional e internacionalmente como un pueblo cruel y sin respeto a la vida.
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